Dentro de la sumision hay quienes nos definimos por un rol marcado, entre ellos sirvientas, perras y putas. Hace toda una vida y sin saber que era el BDSM yo ya sabia q mi rol en cualquier relacion sexual era el de PUTA. Antes me creia "gauchita" ahora hasta tengo un hermoso collar que dice PUTA.
Pero que pasa si a una le tinta cambiar para probar algo diferente? Con un hilo en el foro de Mazmorra
me surgio esa duda. Ya hace rato q me tienta dejar de ser PUTA y empezar a intentar ser perra, voy a analizar los pro y los contras y despues veremos:
- La puta habla, la perra no.
- La puta pide "eso no", la perra gime pidiendo q pare.
- A la puta hay que pagarle de algun modo, la perra espera ser gratificada de cualquier manera.
- La puta adora el cuerpo del Amo, la perra lame donde el Amo ordene.
- La puta se monta, la perra mueve la cola esperando ser montada.
- La puta llama la atencion, la perra pide atencion.
- La puta es incorregible, a la perra se la puede adiestrar.
- La puta pide, la perra espera a que le den.
- La puta es una compañia, la perra nace para acompañar.
- La puta es y no va a dejar de ser nunca una puta con deseos de puta, la perra es fiel e incondicional.
Me olvido de algo?
Igual ni como puta ni como perra tengo poder como para decidir que ser.
Soy lo que El quiera que sea.
